Tras la despoblación temporal de los núcleos urbanos y el parón global, la naturaleza no ha tardado en florecer donde creíamos que no volvería a hacerlo.
Varios animales, ante la reducción de la actividad humana, han decidido salir a explorar nuestras ciudades en busca de comida.
Una gran mayoría de voces coinciden en la necesidad de marcar un antes y un después tras esta crisis.